¿Por qué necesitamos comer algo dulce después de comer?

Muchas veces te habrás hecho ésta pregunta e incluso puede que el hecho de sucumbir a los postres haya sido en ocasiones un obstáculo en tus planes de adelgazamiento.

 

Pues bien, esto tiene una explicación en el propio funcionamiento del cuerpo: cuando acabamos de comer nuestro organismo presenta  niveles elevados de glucosa en sangre. Por lo tanto, se produce una descarga de insulina con el fin de bajar esos niveles altos de glucosa.

Esta bajada de azúcar envía una orden a nuestro cerebro para tomar algo dulce. Y es allí cuando caemos en la tentación de dar la respuesta más rápida a lo que se nos exige.

Los productos azucarados (como galletas o chocolate) satisfacen rápidamente al cerebro. La glucosa produce endorfinas que hace que nos sintamos más activos y felices.

¿Por qué chocolate?

Y en esa búsqueda de satistfacción el chocolate aparece como el recurso más prometedor. Entre sus cualidades sabemos que:

• Tiene un efecto relajante y saciante
• Es un estimulante natural

¿Qué podemos hacer para evitar un desliz?

Algunos trucos que dan excelentes resultados para no caer en la tentación podrían ser:

• Evitar comidas con gran cantidad de hidratos carbonos
• Recurrie a la versión integral de ciertos productos como pastas, arroz, etc.
• Reducir el consumo de maíz y patata
• Esperar una hora después de la ingesta del plato principal para tomar la fruta.