Los riesgos del consumo de alimentos procesados
Numerosos estudios han demostrado que las personas que consumen alimentos procesados tienen mayor ingesta calórica en su alimentación diaria favoreciendo el desarrollo de obesidad. Pero no es el único problema, numerosas investigaciones también han demostrado su implicación en la aparición de enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.
Los alimentos procesados han sido sometidos a un tratamiento artificial para que estén listos para el consumo humano, y se incluyen en este grupo los platos precocinados, las salsas de bote, la bollería industrial, la mayoría de los embutidos lonchados, etc. “Son amigos de tu paladar, pero enemigos de tu salud”.
La razón del aumento del consumo de procesados es porque estos alimentos están sometidos a un tratamiento que le potencia su sabor, modifica su textura y aumenta su durabilidad.
Pero no solamente se han identificado problemas de tipo cardiovascular. Los aditivos y el exceso de sal que contienen han demostrado mayor riesgo de desarrollar cáncer, padecer dolores de cabeza o depresión. Una dieta rica en alimentos procesados podría hacerte envejecer más rápido. “Investigaciones recientes han demostrado que comer tres o más porciones al día de alimentos altamente procesados se relaciona con telómeros más cortos, que son estructuras cromosómicas que marcan la edad biológica”.
Pero la realidad es que, aunque se desee eliminar toda la comida procesada no se puede evitar por completo. La clave está en identificar los alimentos procesados más saludables: leer las etiquetas de los alimentos para elegir aquellos con bajo contenido en sal, azúcares añadidos y grasas poco saludables. Las frutas y verduras congeladas o enlatadas pueden ser una buena opción. Cocine más en casa, y consuma aperitivos más sanos como frutos secos, semillas crujientes, y verduras cortadas para las salsas.