¿Cuál es tu peso cardiovascular ideal?

El riesgo de la obesidad depende en gran medida de la localización de la grasa, siendo aquélla que se acumula en el abdomen la que afecta en mayor medida al corazón.

 

¿Qué son el sobrepeso y la obesidad?

 

El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).

La definición de la OMS es la siguiente:

  • Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
  • Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.

El IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. Sin embargo, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.

Obesidad Abdominal

Los pacientes que tienen aumento de la grasa abdominal presentan un incremento importante del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por ello, mantener el peso dentro de unos límites razonables es muy importante para el normal funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, el metabolismo, los huesos y otros órganos de nuestro cuerpo.

Las personas con exceso de peso tienen que saber dónde se centra su problema de obesidad:

  • Obesidad periférica o ginecoide. Grasa acumulada en glúteos, muslos y brazos.
  • Obesidad central, abdominal o androide. Grasa acumulada en el abdomen.

 

El perímetro abdominal es una medida antropométrica que permite determinar la grasa acumulada en el cuerpo. En la mujer es 88 centímetros y en el hombre, 102 centímetros. Si en una persona con exceso de peso el perímetro abdominal es menor que los valores mencionados se habla de obesidad periférica, mientras que se habla de obesidad central cuando el perímetro abdominal es mayor.

 

¿Qué consecuencias tiene la obesidad central?

  • La obesidad central tiene peores consecuencias para el metabolismo, ya que favorece el desarrollo de diabetes tipo 2 y gota. Además quienes la padecen tienen altas posibilidades de acumular grasa también en otros órganos vitales, lo que favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares.
  • Las personas obesas suelen tener asociados otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial.

Se estima que la hipertensión es 2,5 veces más frecuente en los obesos que en las personas de peso normal.

Entre los obesos, es mayor la incidencia del tipo androide que del ginecoide. A igualdad de peso, los primeros tienen mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

La obesidad tiene una fuerte asociación con el riesgo para la diabetes mellitus tipo 2 porque tienen mayor resistencia a la insulina. Pero no todos los sujetos obesos son diabéticos tipo 2.

Deprés et al publicaron que   la obesidad central tiene más importancia en el desarrollo del síndrome metabólico siendo responsable de la diabetes tipo 2, la arterioesclerosis y favorece los fenómenos trombóticos cardiovasculares por lo que es muy importante su identificación.

En conclusión la obesidad central se encuentra fuertemente asociada al desarrollo de alteraciones metabólicas, entre ellas la insulino-resistencia, que es la base fisiopatológica más importante para explicar el desarrollo de las alteraciones metabólicas que configuran síndrome metabólico. El síndrome metabólico confiere cinco veces más riesgo para diabetes mellitus tipo 2  y dos veces más riesgo para enfermedad cardiovascular respecto de aquellos que no lo tienen presente.

ENLACE A ARTÍCULO: ATVB InFocusMetabolic Syndrome and Atherosclerosis.pdf